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NO TENEMOS POR QUÉ ESTAR DE ACUERDO EN TODO

Los desacuerdos

Por desgracia, la mayoría de nosotros, o bien no nos atrevemos a mostrar nuestro desacuerdo, o bien perdemos los papeles cuando las cosas no van como nos gusta. Estos 5 consejos pueden ayudarte a mantener los desacuerdos de una manera constructiva, tanto si estás hablando con tus padres, un amigo o cualquier otra persona:

1. No hagas de ello algo personal. Si te sientes irritado, recuerda que lo que te enoja es la idea o concepto que defiende esa persona, no ella misma.

2. Evita despreciar las ideas y creencias de la otra persona. Es importante usar un lenguaje y un comportamiento respetuoso. Así que en vez de decir lo que puedes estar pensando (¡Qué estupidez!), prueba esto: "No estoy de acuerdo con eso por esta razón…". Resiste la tentación de gritar, utilizar el sarcasmo o hacer comentarios despectivos.

3. Utiliza frases en primera persona (yo) para comunicar cómo te sientes, lo que piensas y lo que quieres o necesitas. Hablar del otro (tú) puede dar la impresión de que estás discutiendo. Por ejemplo, decirle a tu madre o a tu padre: "Siempre me recuerdas mis tareas los miércoles cuando sabes que tengo un montón de deberes" suena muy diferente a decir "me siento muy agobiado, porque hoy tengo muchos deberes. ¿Puedo hacer esas tareas mañana?"

4. Escucha el punto de vista del otro. Escuchar bien es una manera de mostrar que respetas y entiendes el punto de vista de la otra persona. Esto hará más probable que ella haga lo mismo contigo. Cuando la otra persona hable, trata de no pensar por qué no estás de acuerdo o lo que le vas a contestar. En vez de eso, pon atención en lo que está diciendo. Cuando sea tu turno de hablar, repite cualquier punto importante que la otra persona haya mencionado para demostrar que escuchaste y oíste lo que dijo. Luego, con tranquilidad, explica tus argumentos y por qué no estás de acuerdo.

5. Mantén la calma. Esto es lo más importante que puedes hacer en una conversación. Desde luego, es todo un reto conservar la calma y ser razonable cuando te sientes enfadado o exaltado por algo, sobre todo si la persona con la que estás hablando lo hace acaloradamente. Puede que sea necesario que te comportes como la persona madura que sabe llevar tranquilamente la conversación, aunque el otro sea uno de tus padres o alguien que debería saber mejor cómo hacerlo. 

Por supuesto, el respeto no sólo debe tenerse en cuenta en las conversaciones difíciles. Ser amable y considerado con los miembros de tu familia, amigos, profesores, etc. en las actividades cotidianas nos ayudará a todos a sentar las bases para los momentos en que podamos no estar de acuerdo.

 

¿Pones en práctica los cinco consejos anteriores? ¿Cuál de ellos es el que te haría más falta empezar a practicar a tener en cuenta?




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