¡Buenos días!

Aunque nos cueste reconocerlo, en mayor o en menor medida, todos nosotros hemos sido testigos de situaciones racistas. Hemos visto cómo se miraba mal un extranjero, nos hemos reído de un chiste a su costa, nos hemos sentido con derecho a juzgar y a decidir acerca de sus derechos como personas, o hemos permitido que otros lo hicieran públicamente…

Si la ciencia ha demostrado que todas las razas son una sola, que las diferencias entre personas sólo radican en fronteras que dibujamos de forma artificial, ¿cómo podemos aceptar este orden de cosas?

Vemos el siguiente vídeo, en el cual, personas como nosotros son expuestas a su propia conciencia y deben decidir si su dignidad les permite expresar este tipo de opiniones racistas.

¿Serías capaz de mantener el mismo comportamiento delante de una persona inmigrante?

¿Te atreverías a hacer tu “chiste” fácil o tu comentario “gracioso” mirándole a los ojos?

Por qué no te miras a ti mismo. Las barreras las construye el miedo. ¿Te asusta el desconocido? Si es una persona como tú, más indefensa que tú, pero sin duda, más valiente que tú. ¿No será que escondes tu cobardía en el en el desprecio?